Tu Fisio en Córdoba


Fisioterapia traumatológica, reumatológica y rehabilitación en Córdoba

Te cuento una serie de datos curiosos.

¿Sabías que…?

La traumatología fue una de las primeras áreas en que se desarrolló la fisioterapia pues la mayoría de los pacientes que sufren alguna patología traumatológica la necesitan.


Si tras una cirugía no realizas una correcta rehabilitación las consecuencias de ello pueden ir desde la pérdida de masa muscular hasta cuadros más complejos como flebitis y tromboflebitis, cicatrices musculares, lesiones nerviosas, lesiones vasculares, osteoporosis, úlceras…


Todo esto (y muchos factores más) hacen que en nuestra clínica, centrada en las patologías del sistema musculoesquelético, la fisioterapia traumatológica, reumatológica y la rehabilitación sean especialidades fundamentales.


Por ello te quiero contar qué hacemos y cómo podemos ayudarte.

 La fisioterapia traumatológica

La Fisioterapia Traumatológica es la especialidad de la fisioterapia que evalúa, diagnostica y trata las lesiones musculoesqueléticas y patologías traumáticas (esguinces, fracturas, luxaciones, politraumatismos) en las articulaciones, músculos, huesos y tejidos blandos y/o de los nervios del cuerpo.

De hecho cada vez gana más importancia no solo en la rehabilitación del paciente sino también de forma preventiva para:

  • Mantener el cuerpo en un estado óptimo (educación postural, activarlo con ejercicios) y disminuir el riesgo de lesiones. Esto es aún más importante en los deportistas, pues una correcta movilidad articular y un tono muscular equilibrado permiten desarrollar la actividad deportiva sin percances.

  • Las malas posturas prolongadas causadas por la fatiga muscular generada tras pasar varias horas de jornada laboral o de estudio en la misma posición, provocan tensiones miofasciales que solo se estabilizan gracias a la fisioterapia.

  • Aliviar el dolor y frenar un mayor deterioro en personas de edad avanzada.

  • Preparar el cuerpo ante una cirugía: un mejor nivel físico facilita la cirugía y la posterior rehabilitación.
En la primera visita a nuestra clínica, realizamos una profunda anamnesis o valoración detallada de su estado y de su lesión y desarrollamos un tratamiento terapéutico específico.

En él combinamos las técnicas y herramientas a nuestra disposición, según sus necesidades, para conseguir los mejores (y más rápidos) resultados.

El objetivo del tratamiento es optimizar la función articular, muscular y nerviosa de los pacientes para aumentar su capacidad funcional.

Las fases de este proceso son:

  • Aliviar el dolor.
  • Reducir la inflamación si estuviera descontrolada.
  • Logrado esto nos centramos en recuperar la movilidad y la funcionalidad del paciente para que vuelva cuanto antes y en las mejores condiciones a su vida cotidiana.


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 La fisioterapia reumatológica

Por su parte, la fisioterapia reumatológica alivia y trata el dolor de los trastornos del aparato locomotor y del tejido conectivo en un amplio conjunto de enfermedades reumáticas que dañan articulaciones, huesos, músculos, tendones y fascias, etc.

Algunas de las más comunes son la artritis y la espondilitis anquilosante.

En ellas cobra más importancia la labor preventiva de la fisioterapia pues en los momentos menos agudos (hay menos dolor) de la enfermedad es cuando debemos realizar un tratamiento de mantenimiento y prevención.

Los objetivos de la fisioterapia reumatológica son:

  • Instaurar hábitos posturales saludables para prevenir y/o corregir las «compensaciones» del cuerpo ante un dolor constante.
  • Mantener la capacidad funcional.
  • Prevenir deformidades usando medidas ortésicas.

Ante el dolor, sobre todo el crónico, el cuerpo busca la inactividad. Para reducir el dolor y mejorar la funcionalidad es vital romper esa inactividad mediante ejercicios pautados y adaptados al tratamiento.


 La rehabilitación

Otro papel imprescindible de la fisioterapia es el que juega, junto a otras especialidades, en la rehabilitación o recuperación tras una lesión, enfermedad o cirugía.

Las recuperaciones con largos periodos de inmovilización conllevan pérdida de masa muscular y adquisición de rigidez articular (mayor cuanto más prolongada sea la inactividad).

Por ello es necesaria su recuperación y adquirir de nuevo ciertas habilidades y destrezas.

En este campo la fisioterapia:

  • Mejora la fuerza, la movilidad y la forma física.
  • Reduce la intensidad, la frecuencia y la duración del dolor asociado así como el consumo de fármacos para que el paciente recupere la calidad de vida anterior a la lesión o la intervención quirúrgica.
  • Además el seguimiento continuo del paciente con reevaluaciones periódicas minimiza el riesgo de posibles complicaciones, evita que se produzcan y, si se produjeran, son detectadas y tratadas mucho antes de que puedan ir a un peor estado.


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Objetivos y beneficios principales de estos tratamientos

Me habrás escuchado decir en varias ocasiones que cada paciente y lesión tiene sus propias particularidades y el tratamiento que realizamos en nuestra clínica se diseña en función a ellas.

Los objetivos y beneficios principales de estos tratamientos son:

  • Acelerar y mejorar el proceso de recuperación y evitar el paso del paciente por el quirófano, siempre intentamos que la cirugía sea el último recurso.
  • Aliviar el dolor.
  • Aumentar el tono muscular y la fuerza.
  • Disminuir la inflamación: uno de motivos principales del dolor del paciente.
  • Prevenir futuras recaídas.
  • Recuperar la autonomía y funcionalidad del paciente: en el menor tiempo y con la mayor seguridad posibles.
  • Restaurar la movilidad articular y muscular y recuperar el movimiento normal del cuerpo.
En definitiva, intentamos que el paciente aumente la fuerza, resistencia y potencia muscular, al menos el que tenía antes de la lesión, buscando siempre una recuperación rápida y eficaz.


Para conseguir esto algunas de las técnicas más comunes que empleamos en nuestra clínica son:

  • Drenaje linfático.
  • Ejercicios de fuerza y estiramientos para recuperar el rango de movimiento original (acortado por la lesión), reeducar la conducta postural, cuidar las articulaciones y eliminar las molestias.
  • Ejercicios propioceptivos.
  • Electroterapia:  electrólisis percutánea, estimulación transcraneal, neuromodulación funcional, electropunció, tens. 
  • Ondas de choque
  • Osteopatía.
  • Punción seca.
  • Tecarterapia: en nuestra clínica poseemos el aparato más potente de tecarterapia en Andalucía.
  • Vendaje funcional o Kinesiotaping
  • Ventosas

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¿En qué patologías puede ayudarte la fisioterapia traumatológica y reumatológica?

Entre las diversas dolencias tratadas con fisioterapia vemos:

  • Lesiones articulares: las más comunes son contusiones, luxaciones y subluxaciones, degeneración articular como la artrosis y artritis inflamatorias (reumatoide, espondiloartritis, idiopática juvenil…), fracturas entre otras.

  • Lesiones de los ligamentos: esguinces, roturas ligamentosas etc.

  • Lesiones musculares: roturas fibrilares, contracturas, atrofias, distensiones, sobrecargas…

  • Lesiones tendinosas: tendinopatías, calcificaciones etc.

  • Lesiones de cartílagos: lesiones meniscales, condropatías…

  • Lesiones quirúrgicas previas (de preparación) o posteriores (de recuperación) a la cirugía. Algunas de las cirugías en cuya rehabilitación se emplea más la fisioterapia son: artroscopia (de rodilla, de ATM, etc.), cirugía de ligamento cruzado, meniscos, juanete o Hallux Valgus, por fracturas (fractura de Colles, clavícula, tobillo…), operaciones de columna (hernias discales, escoliosis…) y prótesis de cadera, hombro o rodilla.
Tratamientos de patologías de:

  • La articulación temporomandibular (ATM).
  • La columna vertebral y espalda: subluxaciones articulares, alteraciones en la alineación de la columna, patologías disco-vertebrales entre otras.

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Te dejo una lista más concreta con las patologías comunes que trabajamos en nuestra clínica:
  • Bursitis.
  • Cervicalgias.
  • Ciatalgia.
  • Dolores y sobrecargas musculares.
  • Dorsalgias.
  • Fascitis.
  • Fibromialgia y otras patologías que conllevan dolor crónico del sistema muscular.
  • Hernias discales.
  • Hombro doloroso y hombro congelado, patología del manguito rotador.
  • Lumbalgias.
  • Miopatías.
  • Osteoporosis.
  • Problemas discales (hernias, protrusiones).
  • Tendinopatías (tendinitis de los epicóndilos (codo de tenista), pata de ganso, supraespinoso, bíceps femoral, tendón de Aquiles, trocanteritis).

Si sufres alguna de ellas no lo dudes ni un instante…